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La etimología de la palabra, ese ñeemboê yerokî, uno de los principales géneros del ñeemboê yerokî es el chamamé.
Viene de una contracción de la palabra Cheâ (â con un tilde con acentro nasal) que significa “mi alma”, ama: significa “lluvia” en guaraní y “me” es: “Estoy en la lluvia con mi alma”, con el “alma mía”, porque es estar en la lluvia con la palabra del que está suplicando. El guaraní no rezaba quieto como lo hacemos en la religión católica. El guaraní rezaba danzando, como hasta ahora danzan por ejemplo en la Catedral de Sevilla, la danza de los Seise que son alrededor del Santísimo y otras antiguas danzas que se dan en otros lugares de Europa también en Austria y Alemania que es de donde vienen sacerdotes jesuitas y transmiten, se acoplan y se conjugan a la manera de ser de nuestros indios yapeyuanos, de esa manera. Son todas cosas que publiqué en la Revista “La Palabra” que es el órgano oficial del arzobispado de Corrientes.
“Chamamé” quiere decir: “ESTOY EN LA LLUVIA CON EL ALMA MÍA”, y además eran distintos tipos de chamamé ñeemboê yerokî, que eran himnos de alabanza a Dios, primero de rogativa: cuando no llovía; de gratitud: mientras estaba lloviendo, y posterior a la lluvia porque era un pueblo agrario además, entonces la lluvia era benefactora y después de ahí, el Amayará que es el genio protector de la lluvia del cual deriva el caraí octubre. Además las reuniones que se hacían se llevaban a cabo siempre los días de lluvia y vienen los amandayé- “ama” es la lluvia y “ndayé”: lo que dice la lluvia, escuchaban la lluvia y en ese silencio determinaban las cosas.
Las traducciones que da la gente como Visconti Vallejos que se basan en diccionarios guaraníes-paraguayos son exclusivamente de esta gente que ni siquiera interpreta a todas las pluralidades de todas las etnias que actualmente existen en Paraguay, porque Asunción es una ciudad encomendera, al igual que los de Corrientes, que los de Santa Fe y los de Buenos Aires, alejados totalmente de la verdadera cultura guaranítica; los únicos que sí, estaban consustanciados con ella y que llegaron a La Mayor, más de 9.000 volúmenes de los cuales tengo algunos del año 1727 y escrito con tipografía de madera dura de lapacho y curupay.
Además NO quiere decir “enramada”, que es una barbaridad. Enramada en guaraní se dice “yvyracaapy”.
En guaraní no se pronuncia como en castellano, no se debe leer como el castellano, de izquierda a derecha; el guaraní arcaico que es el que sirve para denominar todas las expresiones arcaicas, hay que hablarlas de derecha a izquierda. “Yvyracaapy” quiere decir cantidad. “acaa” es la rama, “yvyra” es el árbol. Es la traducción etimológica exacta literaria de “enramada” en guaraní. Que el chamamé, cuando fueron desalojados los jesuitas, se siga bailando debajo de la enramada, es otra cosa, pero esas son etapas posteriores y además son etapas posteriores también en la música, cuando el chamamé ya deja de ser himno cantado nada más, para ser también una expresión musical y tocada con distintos tipos de instrumentos, o sea los que los guaraníes de los Andes que tienen de 700 a 1.400 años antes de las civilizaciones incaicas entre ellos las de Runa Zimi. Por ejemplo tengo diccionarios, los primeros, escritos por sacerdotes jesuitas de aquella región todavía no figuran en ellos las palabras “quena” o “sikus”, porque no es “quena”, sino “quená”, que significa “ensoñación” y la manera de llamar el guaraní, “ava chiripá”, “ava chirigua” o “yaguareté ava” de la cordillera de los Andes a ese instrumento. Además en Yapeyú todo eso se perfecciona a nivel chirimía y en la cual se sigue tocando el chamamé, hasta que aparece el acordeón en el año 1829, en Viena, que justamente es el pago del padre Zeus, fundador de la escuela y la fábrica de instrumentos musicales en Yapeyú que es hacia donde envía todos los planos de lo que acá se hacía. Tengo más de 100 trabajos recopilados en audio de nuestros viejitos antiquísimos , algunos de ellos con mas de 130 años.
Rosa Guarú, niñera de san Martín murió a los 124 años. Nuestra cultura es milenaria, tiene más de 12.500 años.
La Revista- “Las Cuatro Palabras” del 17 de febrero de 1821- habla del chamamé. Los batallones correntinos en la Guerra de la Triple Alianza se reconocían porque bailaban chamamé, ya a la manera actual, cuando la polca europea aparece en Praga en 1834. En Viena, aparece en 1839 y es una polca en dos tiempos y no tiene nada que ver con nuestro chamamé que es milenario. Pasa a un género de 3 tiempos que originalmente es binario pero en la época precolombina pasa a género de 3 tiempos por todo el caudal de géneros musicales que traen los jesuitas de todas las Cortes. El padre Zeus visitó todas las cortes de Europa y trajo acá toda la música que era exclusiva de las grandes cortes y de las grandes Capillas de Europa.