Hola a todos.
Dejamos aquí otro "Historiando cantares". Hoy le toca el turno a "La jaula", chamamé de Julián Zini en letra y Mario Bofill en música. La versión interpreta por su propio autor se la puede escuchar en este blog en el disco "Avío del alma" de Julián Zini y su conjunto "Neike Chamigo!" cantando Rosita Leiva y Francisco "Kingo" Buscaglia, con el acompañamiento de Félix Ramón "Pochi" Base en guitarra y Antonio Osvaldo "Vaquero" Alvarez en bandoneón.
Hasta la próxima.
Pablo
Por Julián Zini
Volví de Buenos Aires impresionado. La gran ciudad me escandalizó. Todavía lo sigo masticando. No puedo entender hacia dónde vamos. ¿Qué nos está pasando como sociedad? ¡Cómo puede ser que la gente se esté enjaulando...autoenjaulando! Dicen que el miedo es el peor compañero del hombre. Y ha de ser así. Porque lo que está sucediendo es inhumano. La inseguridad hace que pongamos rejas, que levantemos muros, que usemos candados, que instalemos alarmas, que se contraten compañías de seguridad...y que ya no se pueda caminar por las veredas de tanta caca de perros...Da risa, pero es dramático.
Y esta inseguridad, madre del miedo, se expande como una mancha de aceite. Por suerte, hay pueblos del interior que se preparan para frenarla. Comunidades que han decidido mantener su antiguo modo de ser: de puertas abiertas y de corazón grande...de sencillez y de alegría...del saludo y del compartir...en el fondo, de seguir creyendo en los demás y confiando en el otro.
Por todo esto, se me ocurrió juntar las experiencias más hermosas que en mi vida tuve con los pájaros. Porque los pájaros simbolizan de algún modo esa libertad que es imprescindible para que nuestra vida sea humana y merezca vivirse. Ahora mismo, recuerdo mis doce años...allá en Itatí, en el pueblo de la Virgen, aquel señor que criaba tordos cantores, pero sueltos, guachitos...Cómo se le subían por los hombros y le cantaban en las manos...¡Si parecía un San Francisco de Asís..!
Y ahora también recuerdo aquella noche del 31 de diciembre, en Mercedes, después de la misa de medianoche, para iniciar la Jornada de la Paz, y respondiendo al pedido del Papa: "Si quieres la paz, respeta la libertad", me animé y solté mis dos cardenales cantores que, en medio de la noche, entre aplausos y lágrimas, volaron hacia la plaza, hacia la libertad...
LA JAULA
Letra: Julián Gerónimo Zini
Música: Mario Bofill
De niño, allá en Cambaí,
viendo los pájaros presos,
les abrí la pajarera
y quise volar con ellos...
Me acuerdo, allá en Itatí,
de aquel viejo pajarero:
criaba tordos cantores,
pero teniéndolos sueltos...
Estribillo
Nunca más tendré en mi casa
jaula con pájaros presos...
que los pájaros y el canto
para ser libres nacieron...
¡Si quieres la Paz, respeta
la Libertad, carcelero:
no hay libertad ni habrá paz,
enjaulados, compañeros!
Qué lindo, en Capivarí,
entre el monte y el estero,
lo que era aquel despertar
de pájaros musiqueros...
Aprendió mi corazón.
y en un primero de enero,
solté mis dos cardenales
haciendo este juramento...
(estribillo)
Recitado
Se fue a la ciudad, se fue
detrás del sagrado anhelo
de progresar y ser alguien...
una profesión...un sueldo...
Se fue como se van todos
soñando con el regreso,
para aportarle a su pago
con la experiencia, sus sueños...
Pero fue echando raíces
en las grietas del cemento...
Y entró a ese mundo apurado
como en un río revuelto...
Y vio cómo las pirañas
se comen a los ingenuos
y los perros del asfalto
se destrozan entre ellos...
Corrupción...impunidad...
clientela...desempleo...
La miseria trajo el robo
y un millón de pordioseros...
Se inventaron los peajes,
los rehenes y el saqueo...
Y avanzaron como peste
la inseguridad y el miedo...
Por eso, puso una verja
y alzó el muro hasta dos metros;
rejas puso en las ventanas
y alarma puso por dentro...
Cada vez más encerrado
bajo llaves y entre perros...
Se volvió jaula su casa,
y enjaulado, quedó preso.
Ahora vive entre barrotes,
en su casa, prisionero...
como la gran mayoría,
autoenjaulado, creyendo
que si seguimos así
será normal vivir preso,
consumiendo a domicilio
lo que te venden los medios...
¿Qué hará, entonces, con su vida,
atrapado en este encierro:
no más reuniones ni asados,
ni convites ni a "buen tiempo"..!
Para más, si hace memoria,
ve morirse a los abuelos
tal cual mueren las calandrias,
angá, por sentirse presos...
Primero mandaba cartas,
ahora llama por teléfono...
Y a mí se me parte el alma
porque pienso y porque veo
que aquí en nuestra patria chica,
hay lugar y sobra un resto...
porque aunque fuimos saqueados,
aún se comparte lo nuestro.
Con la Cruz y la Itatí,
aún somos ricos por dentro:
aquí todavía el Bautismo
significa parentesco,
y es sangre nuestra el ahijado,
la nietita y el abuelo...
Pueblo chico, infierno grande...
pero al fin, nos conocemos..!
Pensando bien, che pariente,
en tu lugar, yo me vuelvo;
pero no por desertar
abandonando tu puesto,
podés autoconvocarte
y luchar por tus derechos,
o tenés la tentación
de marcharte al extranjero...
Es tu decisión, che hermano,
ésta es tu casa, y tu pueblo...
vení a sumar tu experiencia;
vení a empujar nuestro sueño:
"Ser libres, jamás esclavos
de la guita ni del miedo...
libres para compartir...
Si no se puede: ¡soñemos..!!!"
Fuente:
Zini, J. 2006. Avío del alma. Editora Patria Grande, Buenos Aires. pp. 63-66
GRACIASS PABLO, POR TRAER ESTE HISTORIANDO LA JAULA, AL BLOG, Y GRACIAS POR EL TRABAJO ARDUO, CONSTANTE Y EXCELENTE QUE REALIZAS. CUANTAS VERDADES DICHAS POR EL PADRE JULIAN EN ESTOS VERSOS. UN ABRAZO BIEN CHAMAMECERO
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